sábado, 23 de enero de 2010

JANE BIRKIN & SERGE GAINSBOURG


Hablar de Jane Birkin y Serge Gainsbourg, es hablar de una de las parejas más atractivas, cautivadoras y carismáticas del mundo del espectáculo, fueron foco de atención durante su relación y a día de hoy siguen siendo un referente musical, estético y de estilo de vida.

Cuando Jane Birkin conoció a Serge Gainsbourg tenía 22 años, y un curriculum acorde con su estatuto de chica del Londres loco de la época : modelo del fotógrafo David Bailey, y un escandaloso desnudo frontal en Blow-up de Michelangelo Antonioni. Cuando Gainsbourg se cruzó con Birkin venía de dos matrimonios fracasados, dos hijos, un triunfo en el Festival de Eurovisión, unas cuantas canciones punzantes que la voz de Juliette Gréco había vuelto populares y un affaire reciente con la mujer más deseada de aquel entonces: Brigitte Bardot.

La primera aproximación fue tan breve como el Slogan que la motivó: la película de título homónimo que tendría a Serge de protagonista y para cuya contraparte femenina audicionaba una inexperta Jane que no sabía una palabra de francés, se deshacía en lágrimas ante la primera dificultad y se dirigía a Gainsbourg con el nombre de Monsieur Bourguignon.

Pero como lo que mal empieza, bien acaba, y gracias a las revueltas del Mayo del 68 que obligaron a dilatar el rodaje, hubo tiempo suficiente para que la pareja limara asperezas. Para ser exactos, doce años en los cuales el compositor de las canciones más mordaces en lengua francesa moldeó la imagen de la Birkin a su capricho: la fotografió desnuda en las tapas de las principales revistas, le inventó una carrera de cantante -con discos memorables muy superior a su carrera paralela como actriz, y convirtió a su relación en la comidilla mediática por excelencia de la década del 70.

Y todo empezó con una canción genial que otra mujer se había empeñado en rechazar, después de pedirle a autor que le escribiera “la canción más bella del mundo”. Porque en el clímax de su apasionado amor, Gainsbourg había respondido a la solicitud de Brigitte Bardot con “Je t’aime, Moi non plus”. Una sesión íntima de dos horas, con una delgada línea melódica de órgano y los gemidos y jadeos de la Bardot en plena pasión. Pero Bardot conservaba aún un marido furioso y un agente juicioso que le recomendó que no nublara su brillante horizonte con provocaciones a la moral y a las buenas costumbres. Y la Bardot cedió. Dejó a Serge doblemente destrozado: por su abandono y por su prohibición de editar el single. Entonces Gainsbourg inició una búsqueda frenética en las dos orillas del canal de la Mancha para convencer a las mujeres más hermosas de que reemplazaran a su reacia partenaire.

Pero el destino le tenía asignado ese rol a Jane Birkin. En menos de lo que se tarda en decir “sexo”, canción tan licenciosa encendió la ira del Vaticano, desencadenó la censura en Gran Bretaña y se transformó en un éxito instantáneo: el primer tema en lengua extranjera en llegar a lo más alto del ranking inglés.Y así, en el año erótico de 1969, la chica de dientes prominentes y minifaldas ajustadas se volvió famosa de la noche a la mañana gracias a un orgasmo simulado. Y el dandy mujeriego, fumador y bebedor empedernido, decidió sentar cabeza y componer algunos de sus discos más notables.

Y todo fue bien hasta que una noche de 1980 la bella Jane, harta de la banalidad de una existencia célebre, decidió dejar a la bestia para irse con el director de cine Jacques Doillon. Y Gainsbourg comenzó a extinguirse de alcohol, cigarrillos y escándalos.

Al final de su vida, casi ciego, un niño desvalido y protegido por una Birkin que jamás lo abandonó del todo, capituló ante el mundo y, en 1991, se dejó morir. Estaba a punto de cumplir 63 años y toda Francia lloró a su hijo más genial.

Os dejo varios videos, de ellos por separado en dos duetos sensacionales, un fragmento de la película donde se conocieron, atención a la música de fondo y su tema más famoso, criticado, copiado y parodiado; una canción soberbia, recordada más por el escándalo que ocasionó en su día, que por sus enormes virtudes musicales.

























Jane Birkin & Françoise Hardy (Comment lui dire adieu) 1976



Serge Gainsbourg & Anna Karina (Ne dis rien) 1967




Slogan (1969) : un fragmento de la película donde se conocieron, he seleccionado este en concreto por la maravillosa música compuesta por Gainsbourg que se oye de fondo, el tema llamado “Evelyne”; una pieza exquisita, luminosa, que sirve de fondo perfecto para contemplar la más que evidente complicidad que había entre los dos.



Je T'Aime Moi Non Plus (1969)


J.Carlos

16 comentarios:

Naia Marlo dijo...

J. Carlos,

¡Qué bonito! ¡Maravillosas! ¡Preciosas!

Un placer escuchar a estas dos grandes mujeres, con sus dulces voces.

Un abrazo muy sereno
Namasté

aroma dijo...

Esta musiquita tan dulce me pone tontita jajaja No puedo opinar de algo que no conozco pero así es como se aprende,leiendo..gracias Un abrazo ;)

tecla dijo...

Es una historia muy bella y triste.
¿Por qué estos seres medio personas medio dioses serán tan frágiles y acabarán tan mal?
No tiene sentido.

Camy dijo...

No sé si escribir nostalgia o asombro por el paso tan rápido del tiempo. He disfrutado con la lectura y he comprobado la belleza tan actual de Jane Birkin, su hija no la iguala...
un beso

ÁFRICA dijo...

Querido J. Carlos nos dejas una joya.
Para que en momentos especiales podamos saborearla.
UN beso

Josep Julián dijo...

Hola J. Carlos:
Me preguntaba cuándo le llegaría el turno a J. Birkin o si ya habría pasado, por eso me he alegrado de leer el título de tu entrada y el texto.
Pocas veces una historia de amor se explayó tanto en una manifestación artística. Las décadas de los 60 y 70 para mí han sido las más desmitificadoras y escandalosas en el mejor sentido de la palabra y sin ellas no compartiríamos los amplios espacios de libertad que hoy disfrutamos.
Muchas gracias.

Anónimo dijo...

Hola!
tu muy bien sabes mi opinion sobre Jane Birkin... tu me la diste a conocer y se ha quedado en mis gustos...

un abrazote amigo
=)

Bowman dijo...

Hola Naia, son mis dos debilidades femeninas en el mundo de la música, son irrepetibles e inimitables, y la canción, un adaptación de Gainsbourg, es maravillosa.
Un fuerte abrazo

Bowman dijo...

Hola Aroma, ponerse "tontito" de vez en cuando no está mal, nos libera un poco de la rigidez de nuestra vida.
Me alegra que te guste este descubrimiento.
Abrazos

Bowman dijo...

Hola Tecla, creo que son seres tan especiales por su sensibilidad que están condenados a no poder tener una vida normal; pero nos que da su obra, el fruto de su creatividad, a costa quizá de su vida personal.
Abrazos

Bowman dijo...

Hola Camy, la belleza de Jane Birkin es intemporal, creo tendencia y muchas mujeres son calcos suyos sin saber que existió.
Su hija Charlotte, no tiene su belleza, salió al padre, pero lo compensa con creces con su talento en el cine y en la música.
Abrazos

Bowman dijo...

Hola África, son verdaderas joyas, disfrutarlas lo más podáis, son irrepetibles.
Abrazos

Bowman dijo...

Hola Josep, este blog estaría cojo sin una referencia a esta pareja y su tormentosa relación.
Su exposición medíatica, ha eclipsado sus logros musicales que son muchos.
Coincido contigo en la valoración de esas dos décadas, son los cimientos de la sociedad que tenemos.
Un abrazo

Bowman dijo...

Hola Ana, me alegra que te gustara en su día y te sigas acordando y disfrutando de ella.
Un fuerte abrazo

Mar-Giverny dijo...

Que gran pareja. Me ha gsuatdo mucho tu post. Gracias por no olvidar a grandes artistas.
Besos

Bowman dijo...

Hola Mar, para mi son inolvidables, marcaron una época y siguen tan vigentes como el primer día.
Besos