miércoles, 21 de julio de 2010

HAIKU 9


BESOS LÍQUIDOS




AGUA DE LOS SENTIDOS




LUZ EN LOS LABIOS








J.Carlos

domingo, 18 de julio de 2010

JUAN CARLOS MESTRE (poeta e ilustrador)



No es práctica habitual en mi, el traer letras ajenas a las mías, pero creo que esta excepción a mi norma está totalmente justificada al acercaros a la obra de mi paisano Juan Carlos Mestre.

Estamos hablando de un artista singular, con una obra poética notable, ha sido premio nacional de poesía; hay que añadir a esto su labor como ilustrador que es igualmente sobresaliente.

Recientemente a colaborado con el cantautor Amancio Prada en una edición de disco libro de las "coplas a la muerte de su padre" de Jorge Manrique, donde Mestre realizó la parte pictórica; libro que tengo la inmensa suerte de tener dedicado por los dos, siendo la dedicatoria de Mestre una acuarela a dos páginas dentro del libro, realmente espectacular; libro que para mi es especialísimo, primero por quién me lo regaló, la persona más importante en mi vida y después por la maravillosa dedicatoria de los autores.

Os dejo con un vídeo grabado en un recital suyo en la Universidad de Salamanca, donde recita uno de sus poemas más conocidos y bellos "cavalo morto", acompañado por el sonido de un acordeón que el mismo toca, dándole un aire casi mágico al recitado del poema, espero que os guste.

Os invito a visitar su página web, donde podreis disfrutar de la magnitud de su obra:

http://www.juancarlosmestre.com/

J.Carlos










Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.
Un poema de Lèdo Ivo es una luciérnaga que busca una moneda perdida. Cada moneda perdida es una golondrina de espaldas posada sobre la luz de un pararrayos. Dentro de un pararrayos hay un bullicio de abejas prehistóricas alrededor de una sandía. En Cavalo Morto las sandías son mujeres semidormidas que tienen en medio del corazón el ruido de un manojo de llaves.

Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.
Lèdo Ivo es un hombre viejo que vive en Brasil y sale en las antologías con cara de loco. En Cavalo Morto los locos tienen alas de mosca y vuelven a guardar en su caja las cerillas quemadas como si fuesen palabras rozadas por el resplandor de otro mundo. Otro mundo es el fondo de un vaso, un lugar donde lo recto tiene forma de herradura y hay una sola tarde forrada con tela de gabardina.

Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.
Un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo es un río que madruga para ir a fabricar el agua de las lágrimas, pequeñas mentiras de lluvia heridas por una púa de acacia. En Cavalo Morto los aviones atan con cintas de vapor el cielo como si las nubes fuesen un regalo de Navidad y los felices y los infelices suben directamente a los hipódromos eternos por la escalerilla del anillador de gaviotas.

Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.
Un poema de Lèdo Ivo es el amante de un reloj de sol que abandona de puntillas los hostales de la mañana siguiente. La mañana siguiente es lo que iban a decirse aquellos que nunca llegaron a encontrarse, los que aún así se amaron y salen del brazo con la brisa del anochecer a celebrar el cumpleaños de los árboles y escriben partituras con el timbre de las bicicletas.

Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.
Lèdo Ivo es una escuela llena de pinzones y un timonel que canta en el platillo de leche. Lèdo Ivo es un enfermero que venda las olas y enciende con su beso las bombillas de los barcos. En Cavalo Morto todas las cosas perfectas pertenecen a otro, como pertenece la tuerca de las estrellas marinas al saqueador de las cabezas sonámbulas y el cartero de las rosas del domingo a la coronita de luz de las empleadas domésticas.

Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.
En Cavalo Morto cuando muere un caballo se llama a Lèdo Ivo para que lo resucite, cuando muere un evangelista se llama a Lèdo Ivo para que lo resucite, cuando muere Lèdo Ivo llaman al sastre de las mariposas para que lo resucite. Háganme caso, los recuerdos hermosos son fugaces como las ardillas, cada amor que termina es un cementerio de abrazos y Cavalo Morto es un lugar que no existe.


Juan Carlos Mestre

miércoles, 14 de julio de 2010

CONCEPTUAL



Estanque de rosas submarinas y claveles boreales

donde las aguas cuentan las gotas de lluvia ácida,

donde abrevan las palomas descreídas sin mensaje,

habitan las gaviotas mutiladas exiliadas del mar.


Tierras resecas, carcomidas por el óxido del progreso,

tigres azules y perezosos, de garras olvidadas y plásticas,

ovejas carnívoras y predadoras, de lanas rojas y goteantes,

ríos sin avenidas, con rocas afiladas adoquinando su cauce.


Metales iridiados, árboles anoréxicos de frutos nonatos,

limbos repletos de proyectos de ciudadanos invisibles,

cabinas sin teléfonos, teléfonos sin números, números sin almas,

vientres generosos gestando códigos de barras del nuevo porvenir.


Conceptual, concepto ignoto y absurdo del mundo rotatorio,

palabras sin ojales, botones sin cuna, trajes a la desmedida,

el hoy no existe, lo asesinó el ayer y lo enterrará el mañana,

¡rebelaros!, sólo muere quién acepta cavar su fosa.


J.Carlos

domingo, 11 de julio de 2010

HAIKU 8




ERES COMIENZO



MEDIDA DE MI TIEMPO



FIN DEL CAMINO



J.Carlos



jueves, 8 de julio de 2010

VOLVER




Vuelvo del viaje infinito y cercano,

de retirar las espigas amargas de mis campos,

de dominar las fieras audaces de mis esquinas,

respirando oxígenos de lavanda y flores azucaradas.


He recorrido muchas leguas de dudas pertinaces,

buscando soles escondidos en pozos sin solsticios,

aprendiendo nuevas lenguas de gramática quimérica,

siendo testigo de letras mudas y gritos silentes.


Pero he encontrado una cascada dorada de aguas tenaces,

unos ojos sinceros que hablan sin palabras,

un cielo abierto donde se acunan las estrellas,

con aromas dulces de miel y frutas encarnadas.


He vuelto para quedarme, para ser y estar,

para regalar luces y noches de verano,

para beber el vino de la vida a la luz de tus velas,

nunca me fuí del todo, pero regreso para siempre.


Sólo quiero amar, sólo quiero vivir.


J.Carlos