viernes, 27 de marzo de 2009

NO TODOS LOS HOMBRES SOMOS IGUALES




Hablar de este asunto es zambullirse sin remedio en la piscina de la polémica, la idea general es que si, que todos los seres humanos del sexo masculino estamos cortados por el mismo patrón, como si fuéramos clones de un modelo original, del que todos no somos más que fieles copias.

Pero bueno, como diría Jack el Destripador, vamos por partes; si la inmensa mayoría de las mujeres tienen esa idea de los hombres, cabe suponer que todos los que han conocido se ajustan a ese patrón, pero en el pecado llevan la penitencia; sobre todo cuando son jovenes, a veces no tanto, siempre les suele atraer el hombre con un punto digamos "canalla", descarado, chulito y demás virtudes personales.

El resultado de la elección suele ser siempre el mismo, aquí te pillo aquí te mato, convivencias llenas de dudas, engaños, infidelidades, desengaños dolorosos.

Ahora yo me pregunto, ¿no había más hombres para elegir?, pues sí bastantes, pero todos eclipsados ante el despliegue seductor del cretino de turno, imposible combatir con sus mismas armas, por tanto se van emparejando con las mujeres que no les atrae el modelo de hombre anteriormente descrito, o con las que como San Pablo camino de Damasco, vieron la luz y, al caerse del caballo, comprobaron que había otro tipo de hombre, leal, cariñoso, respetuoso y se dieron cuenta del tiempo perdido con el energúmeno con el que estuvieron.

Otra situación que contribuye a la mala imagen que tenemos los varones, es el percal que habita el ambiente nocturno, pubs, discotecas y demás garitos; sin ánimo de generalizar, siempre es injusto, suele ser un ave de presa con el único fin de apareamiento rápido, fugaz y sin compromiso, con lo cual, la que vaya con intenciones más serias de encontrar alguien agradable para poder llegar a algo más, suele estrellarse con la cruda realidad, y la consecuencia ya sabemos cual es : todos los hombres son iguales y van todos a lo mismo, les suena ¿verdad?.

Pues no, no todos somos iguales, hay un grupo que no sé si es muy numeroso, en el cual me incluyo, que somos gente seria, ¡ojo!, no aburridos, a mí a sentido del humor no me gana nadie, gente en la que se puede confiar, que tratamos con respeto y cariño a los demás, que jamás seríamos infieles, antes romperiamos la relación que serlo, que tenemos inquietudes, en fin que sólo hay que fijarse para separar, o elegir la paja o el grano.

Que nadie considere esto como un ataque a las mujeres, nadie las admira más que yo, para mí son, sois el pilar básico de esta puñetera sociedad, siempre me ha dolido que me metan en el mismo saco que una panda de atrofiados con el cerebro a la altura de la bragueta, sólo eso, que no todos somos iguales.


J.Carlos

viernes, 20 de marzo de 2009

VICTOR JARA


Hablar de Victor Jara es hablar de algo más que de un cantautor al uso; con el paso del tiempo se ha convertido en un símbolo del artista comprometido con su entorno, con los más débiles, con las poblaciones indígenas, compromiso que le condujo a la muerte, después de brutales torturas en los primeros días del golpe de estado de Pinochet.

Aparte de sus composiciones propias, tenemos que destacar su labor de folklorista recuperando canciones tradicionales del entorno andino e incluso de zonas más alejadas; así mismo tuvo una gran labor dentro del mundo del teatro.

Sirvan estas letras, que realmente son poemas a los que el soporte musical solo añade más grandeza, para homenajear a este artista total, cuyo eco no solo se apaga, sino que se acrecienta aún más con el paso del tiempo.


J.Carlos


Te recuerdo Amanda



Te recuerdo Amanda, la calle mojada, corriendo a la fabrica donde trabajaba Manuel.

La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo, no importaba nada ibas a encontrarte con el, con el, con el, con el, con el.

Son cinco minutos, la vida es eterna,en cinco minutos.

Suena la sirena, de vuelta al trabajo y tu caminando, lo iluminas todo, los cinco minutos, te hacen florecer.

Te recuerdo Amanda, la calle mojada, corriendo a la fabrica, donde trabajaba Manuel.

La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo, no importaba nada, ibas a encontrarte con el, con el, con el, con el, con el.

Que partió a la sierra, que nunca hizo daño, que partió a la sierra, y en cinco minutos, quedó destrozado.

Suenan las sirenas, de vuelta al trabajo, muchos no volvieron, tampoco Manuel.

Te recuerdo Amanda, la calle mojada, corriendo a la fábrica, donde trabajaba Manuel.


Victor Jara



Luchín


Frágil como un volantín, en los techos de Barrancas, jugaba el niño Luchín con sus manitas moradas, con la pelota de trapo, con el gato y con el perro, el caballo lo miraba...

En el agua de sus ojos, se bañaba el verde claro, gateaba a su corta edad, con el potito embarrado, con la pelota de trapo, con el gato y con el perro, el caballo lo miraba...

El caballo era otro juego, en aquel pequeño espacio Y al animal parecía le gustaba ese trabajo, con la pelota de trapo, con el gato y con el perro, y con Luchito mojado...

Si hay niños como Luchín, que comen tierra y gusanos, a bramos todas las jaulas para que vuelen como pájaros, con la pelota de trapo, con el gato y con el perro, y también con el caballo.


Victor Jara



El alma llena de banderas


Ahí, debajo de la tierra, no estás dormido, hermano, compañero. Tu corazón oye brotar la primavera que, como tú, soplando irán los vientos.

Ahí enterrado cara al sol, la nueva tierra cubre tu semilla, la raíz profunda se hundirá y nacerá la flor del nuevo día.

A tus pies heridos llegarán, las manos del humilde, llegarán sembrando. Tu muerte muchas vidas traerá, y hacia donde tu ibas, marcharán,cantando.

Allí donde se oculta el criminal tu nombre brinda al rico muchos nombres. El que quemó tus alas al volar no apagará el fuego de los pobres.

Aquí hermano, aquí sobre la tierra, el alma se nos llena de banderas que avanzan, contra el miedo, avanzan, venceremos.


Victor Jara.




miércoles, 18 de marzo de 2009

LA ÚLTIMA CITA




Viéndote llegar, despidiendo fulgores por el camino,
sumergiendo el paisaje en la cascada de tus cabellos,
siento que las palabras que iba a decir se embalsan en mi boca,
la seguridad ya es duda, la fortaleza es debilidad.

Llegas ante mí, tu primer saludo son tus ojos que me taladran,
antes de hablar, tu cuerpo me manda mil mensajes,
recuerdos de tu mirada, mi primera luz del día,
de tu risa, banda sonora de la película de mi vida.

Vienes a decirme adios, a cerrar las puertas de lo vivido,
a contarme que tienes más lunas que amaneceres,
que se evaporó el agua de nuestra convivencia,
que mi alimento no sacia el hambre de tu corazón.

También el reproche cabalga en mis palabras,
caballo desbocado por la pradera del resentimiento,
vivo ahogado en incertidumbres sobre lo nuestro,
me muero por verte, pero hacerlo me mata.

No se si hay oasis en nuestro desierto,
si lloverá sobre nuestros yermos campos,
solo se que aunque perezca intentando navegarte,
lucharé para volver a anclarme en tu dulce puerto.


J.Carlos

lunes, 16 de marzo de 2009

EDGAR ALLAN POE (EL CUERVO)


Como complemento a la entrada dedicada a Poe, nada mejor que publicar su poema más conocido y representativo del caracter de su obra. Que lo disfrutéis.


EL CUERVO


Una fosca media noche, cuando en tristes reflexiones sobre más de un raro infolio de olvidados cronicones, inclinaba soñoliento la cabeza, de repente a mi puerta oí llamar : como si alguien, suavemente, se pusiese con incierta mano tímida a tocar :"¡Es — me dije — una visita que llamando está a mi puerta : eso es todo y nada más!".

Ah! Bien claro lo recuerdo : era el crudo mes del hielo, y su espectro cada brasa moribunda enviaba al suelo. Cuán ansioso el nuevo día deseaba, en la lectura procurando en vano hallar tregua a la honda desventura de la muerte de Leonora; la radiante, la sin par vírgen pura a quien Leonora los querubes llaman, horaya sin nombre... ¡nunca más!

Y el crujido triste, incierto, de las rojas colgaduras me aterraba, me llenaba de fantásticas pavuras, de tal modo que el latido de mi pecho palpitante procurando dominar, "¡es, sin duda, un visitante —repetía con instancia—que a mi alcoba quiere entrar : un tardío visitante a las puertas de mi estancia...,eso es todo, y nada más!".

Paso a paso, fuerza y bríos fué mi espíritu cobrando : "Caballero —dije— o dama : mil perdones os demando; más, el caso es que dormía, y con tanta gentileza me vinisteis a llamar, y con tal delicadeza y tan tímida constanciaos pusísteis a tocar, que no oí" —dije— y las puertas abrí al punto de mi estancia; ¡sombras sólo y...nada más!

Mudo, trémulo, en la sombra por mirar haciendo empeños, quedé allí, cual antes nadie los soñó, forjando sueños; más profundo era el silencio, y la calma no acusaba ruido alguno... Resonarsólo un nombre se escuchaba que en voz baja a aquella hora yo me puse a murmurar, y que el eco repetía como un soplo : ¡Leonora...!esto apenas, ¡nada más!

A mi alcoba retornando con el alma en turbulencia, pronto oí llamar de nuevo, —esta vez con más violencia, «De seguro —dije— es algo que se posa en mi persiana, pues, veamos de encontrarla razón abierta y llana de este caso raro y serio, y el enigma averiguar. ¡Corazón! Calma un instante, y aclaremos el misterio...—Es el viento— y nada más!»

La ventana abrí —y con rítmico aleteo y garbo extraño, entró un cuervo majestuoso de la sacra edad de antaño. Sin pararse ni un instante ni señales dar de susto, con aspecto señorial, fué a posarse sobre un busto de Minerva que ornamenta de mi puerta el cabezal; sobre el busto que de Palas la figura representa fué y posóse —¡y nada más!

Trocó entonces el negro pájaro en sonrisas mi tristeza con su grave, torva y seria, decorosa gentileza; y le dije: «Aunque la cresta calva llevas, de seguro no eres cuervo nocturnal, viejo, infausto cuervo oscuro, vagabundo en la tiniebla...Dime: —«¿Cuál tu nombre, cuál en el reino plutoniano de la noche y de la niebla?...»Dijo el cuervo: «¡Nunca más!.»

Asombrado quedé oyendo así hablar al avechucho, si bien su árida respuesta no expresaba poco o mucho; pues preciso es convengamos en que nunca hubo criatura que lograse contemplar ave alguna en la moldura de su puerta encaramada, ave o bruto reposar sobre efigie en la cornisa de su puerta, cincelada, con tal nombre: «¡Nunca más!».

Mas el cuervo, fijo, inmóvil, en la grave efigie aquella, sólo dijo esa palabra, cual si su alma fuese en ella vinculada —ni una pluma sacudía, ni un acentose le oía pronunciar...Dije entonces al momento : «Ya otros antes se han marchado, y la aurora al despuntar, él también se irá volando cual mis sueños han volado. »Dijo el cuervo: «¡Nunca más!»

Por respuesta tan abrupta como justa sorprendido, «no hay ya duda alguna —dije— lo que dice es aprendido; aprendido de algún amo desdichado a quien la suerte persiguiera sin cesar, persiguiera hasta la muerte, hasta el punto de, en su duelo, sus canciones terminar y el clamor de su esperanza con el triste ritornelo de jamás, ¡y nunca más»

Mas el cuervo provocando mi alma triste a la sonrisa, mi sillón rodé hasta el frente al ave, al busto, a la cornisa; luego, hundiéndome en la seda, fantasía y dime entonces a juntar, por saber qué pretendía aquel pájaro ominoso de un pasado inmemorial, aquel hosco, torvo, infausto, cuervo lúgubre y odioso al graznar : «¡Nunca jamás!»

Quedé aquesto investigando frente al cuervo, en honda calma, cuyos ojos encendidos me abrasaban pecho y alma. Esto y más —sobre cojines reclinado— con anhelo me empeñaba en descifrar, sobre el rojo terciopelo do imprimía viva huella luminosa mi fanal—terciopelo cuya púrpura ¡ay! jamás volverá élla a oprimir —¡Ah! ¡Nunca más!

Parecióme el aire, entonces, por incógnito incensario que un querube columpiase de mi alcoba en el santuario, perfumado —«Miserable ser —me dije— Dios te ha oído, y por medio angelical, tregua, tregua y el olvido del recuerdo de Leonora te ha venido hoy a brindar : ¡bebe! bebe ese nepente, y así todo olvida ahora. Dijo el cuervo: «¡Nunca más!»

«Eh, profeta —dije— o duende, mas profeta al fin, ya seas ave o diablo — ya te envíala tormenta, ya te veas por los ábregos barrido a esta playa, desolado pero intrépido, a este hogar por los males devastado, dime, dime, te lo imploro:¿Llegaré jamas a hallar algún bálsamo o consuelo para el mal que triste lloro?»Dijo el cuervo: «¡Nunca más!»

«¡Oh, Profeta —dije— o diablo —Por ese ancho velo de zafir que nos cobija, por el mismo Dios del Cielo a quien ambos adoramos, dile a esta alma adolorida, presa infausta del pesar, sí jamás en otra vida la doncella arrobadora a mi seno he de estrechar, la alma virgen a quien llaman los arcángeles Leonora!»Dijo el cuervo: «¡Nunca más!»

«Esa voz, oh cuervo, sea la señal de la partida.grité alzándome: —¡Retorna, vuelve a tu hórrida guarida, la plutónica ribera de la noche y de la bruma!...de tu horrenda falsedad en memoria, ni una pluma dejes, negra, ¡El busto deja! ¡Deja en paz mi soledad! ¡Quita el pico de mi pecho!. De mi umbral tu forma aleja...»Dijo el cuervo: «¡Nunca más!»

Y aún el cuervo inmóvil, fijo, sigue fijo en la escultura, sobre el busto que ornamenta de mi puerta la moldura....y sus ojos son los ojos de un demonio que, durmiendo, las visiones ve del mal; y la luz sobre él cayendo, sobre el suelo arroja trunca su ancha sombra funeral, y mi alma de esa sombra que en el suelo flota... ¡nunca se alzará..., nunca jamás!.




EDGAR ALLAN POE



Para mí hablar de Poe es hacerlo de uno de los pilares de mi afición a la lectura y a juntar letras por mi cuenta de vez en cuando. Le descubrí muy joven y siempre me ha acompañado con continuos redescubrimientos y relecturas de sus obras, fascinantes como pocas, tanto la prosa, quizás lo más conocido, como la poesía que para mi fué siempre lo más atractivo de sus obras, solo teneis que ver cual es el verso que hay debajo del nombre de este blog.

Esta entrada tiene el doble motivo de recordarle y homenajearle en el bicentenario de su nacimiento, quizás no demasiado conocido ni celebrado, sirvan estas humildes lineas para darle el modesto homenaje de un lector, para el que su obra es una parte importante de su vida.


J.Carlos


Edgar Allan Poe (Boston, 19 de enero de 1809 - Baltimore, 7 de octubre de 1849) fue un escritor, poeta, crítico y periodista estadounidense, generalmente reconocido como uno de los maestros universales del relato corto, del cual fue uno de los primeros practicantes en su país. Fue renovador de la novela gótica, recordado especialmente por sus cuentos de terror. Considerado el inventor del relato detectivesco, contribuyó asimismo con varias obras al género emergente de la ciencia-ficción. Por otra parte, fue el primer escritor estadounidense que intentó hacer de la escritura su modus vivendi, lo que tuvo para él consecuencias desastrosas.

Fue bautizado como Edgar Poe en Boston, Massachusetts, y sus padres murieron cuando era niño. Fue recogido por un matrimonio adinerado de Richmond, Virginia, Frances y John Allan, aunque nunca fue adoptado oficialmente. Pasó un curso académico en la Universidad de Virginia y posteriormente se enroló, también por breve tiempo, en el ejército. Sus relaciones con los Allan se rompieron en esa época, debido a las continuas desavenencias con su padrastro, quien a menudo desoyó sus peticiones de ayuda y acabó desheredándolo. Su carrera literaria se inició con un libro de poemas, Tamerlane and Other Poems (1827).

Por motivos económicos, pronto dirigió sus esfuerzos a la prosa, escribiendo relatos y crítica literaria para algunos periódicos de la época; llegó a adquirir cierta notoriedad por su estilo cáustico y elegante. Debido a su trabajo, vivió en varias ciudades: Baltimore, Filadelfia y Nueva York. En Baltimore, en 1835, contrajo matrimonio con su prima Virginia Clemm, que contaba a la sazón 13 años de edad. En enero de 1845, publicó un poema que le haría célebre: "El cuervo". Su mujer murió de tuberculosis dos años más tarde. El gran sueño del escritor, editar su propio periódico (que iba a llamarse The Stylus), nunca se cumplió.

Murió el 7 de octubre de 1849, en la ciudad de Baltimore, cuando contaba apenas 40 años de edad. La causa exacta de su muerte nunca fue aclarada. Se atribuyó al alcohol, a congestión cerebral, cólera, drogas, fallo cardíaco, rabia, suicidio, tuberculosis y otras causas.

La bibliografía de Edgar Allan Poe incluye poemas, cuentos y una novela, aparte de otros escritos. Sus ficciones abarcan múltiples géneros, como el terror, la aventura, la ciencia ficción y la detectivesca, un género del que se le atribuye la invención. Estas obras son generalmente consideradas parte del movimiento del romanticismo oscuro, una reacción literaria al trascendentalismo de la época. Sus escritos ensayísticos reflejan sus teorías literarias: su desacuerdo con el didacticismo y la alegoría. En una crítica, señala que el significado en la literatura debe subyacer justo debajo de la superficie; las obras cuyos significados son demasiado obvios dejan de ser arte. Poe buscaba la originalidad en sus obras y le disgustaban los proverbios. A menudo incluía elementos de pseudociencias populares, como la frenología. Sus temas más recurrentes trataban cuestiones relacionadas con la muerte, incluidos sus signos físicos, los efectos de la descomposición, preocupaciones sobre el entierro prematuro, la reanimación de los muertos y el luto. A pesar de ser conocido como uno de los grandes representantes del terror gótico, Poe no inventó el género sino que seguía una larga tradición popular.

Su carrera literaria comenzó en 1827 con el lanzamiento de 50 ejemplares de Tamerlane and Other Poems, que firmó tan sólo como «un bostoniano», una colección de poemas que prácticamente no recibió atención. En diciembre de 1829, Poe lanzó Al Aaraaf, Tamerlane, and Minor Poems en Baltimore antes de explorar los cuentos cortos por primera vez en 1832 con Metzengerstein. Su prosa más exitosa y leída durante su vida fue El escarabajo de oro que le valió un premio de 100 dólares, la mayor suma que recibió por un solo trabajo. Una de sus obras más importantes, Los crímenes de la calle Morgue, fue publicada en 1841, y hoy en día es considerada la primera historia detectivesca. Poe la llamó una "historia de razonamiento". Se hizo conocido tras la publicación de El cuervo en 1845, a pesar de que no fue un éxito financiero. La industria de la publicación era una mala elección como carrera en ese tiempo y muchas de sus obras fueron escritas usando temas encargados específicamente para satisfacer los gustos populares de aquel tiempo.



Colaboradores de Wikipedia. Wikipedia, La enciclopedia libre, 2009.



ANNABEL LEE



Hace ya bastantes años, en un reino más allá de la mar vivía una niña que podéis conocer con el nombre de Annabel Lee. Esa niña vivía sin ningún otro pensamiento que amarme y ser amada por mí.

Yo era un niño y ella era una niña en ese reino más allá de la mar; pero Annabel Lee y yo nos amábamos con un amor que era más que el amor; un amor tan poderoso que los serafines del cielo nos envidiaban, a ella y a mí.

Y esa fué la razón por la cual, hace ya bastante tiempo, en ese reino más allá de la mar un soplo descendió de una nube, y heló a mi bella Annabel Lee; de suerte que sus padres vinieron y se la llevaron lejos de mí para encerrarla en un sepulcro, en ese reino más allá de la mar.

Los ángeles que en el cielo no se sentían ni la mitad de lo felices que éramos nosotros, nos envidiaban nuestra alegría a ella y a mí. He ahí porque (como cada uno lo sabe en ese reino más allá de la mar) un soplo descendió desde la noche de una nube, helando a mi Annabel Lee.

Pero nuestro amor era más fuerte que el amor de aquellos que nos aventajan en edad y en saber, y ni los ángeles del cielo ni los demonios de los abismos de la mar podrán separar jamás mi alma del alma de la bella Annabel Lee.

Porque la luna jamás resplandece sin traerme recuerdos de la bella Annabel Lee; y cuando las estrellas se levantan, creo ver brillar los ojos de la bella Annabel Lee; y así paso largas noches tendido al lado de mi querida, —mi querida, mi vida y mi compañera,— que está acostada en su sepulcro más allá de la mar, en su tumba, al borde de la mar quejumbrosa.




jueves, 12 de marzo de 2009

¿ PRINCESA ?



No serás nunca princesa de arquitectura transparente,

con la coraza de tus entrañas desnuda al sol,

derramando el agua de la vida sin disfrutarla,

para que aplaque la sed de tus huidas a desiertos siniestros.


No serás nunca princesa vistiendo tu débil cuerpo con mentiras,

reflejándote en espejos deformados por la imagen de lo irreal,

presa de las ataduras de los falsos ídolos de la belleza,

consumiendote sobre la ascuas del fuego de lo convencional.


No serás nunca princesa ahogada en los vómitos de tu locura,

pesando los gramos de cordura que pierdes cada día,

compitiendo con la muerte en una carrera que perderás,

fustigando tu cuerpo con el látigo del hambre insensata.


Sé princesa buscadora de luces en valles de sombras,

alimenta tu cuerpo llenándolo del pan de la ilusión,

practica el amor contigo misma, serás tu mejor amante,

anda tu camino, que será largo y duro, pero el destino lo merece : ¡tu vida!.



J.Carlos

miércoles, 11 de marzo de 2009

FRANCESCO PETRARCA



Francesco Petrarca (Arezzo, 20 de julio de 1304 - Arquà, Padova, 19 de julio de 1374). Lírico y humanista italiano, cuya poesía influyó en autores como Lope de Vega, Francisco de Quevedo, Luis de Góngora (en España), William Shakespeare y Edmund Spenser, en Inglaterra. Tan influyente como las nuevas formas que trajo a la poesía, fue su concepción humanista, en la que se unía el cristianismo con la cultura clásica.

Francisco Petrarca vivió durante su infancia en Aviñón (Francia) ya que su padre había sido exiliado, estudió en la Universidad de Bolonia y regresó a Provenza, tras la muerte de su padre, e hizo los votos eclesiásticos menores. En 1327, vio por primera vez a Laura, la mujer que idealizaría en sus poemas. Poco se sabe de ella, aunque es posible que fuese la dama Laure de Noves. Por ella sintió una pasión pura y constante, como la que Dante Alighieri había sentido por Beatrice Portinari, la Beatrice de La Divina Comedia.

Su vida transcurrió al servicio de la Iglesia y de la poderosa familia Visconti. Viajó constantemente por Europa y se convirtió en poeta laureado por el Senado de Roma.

El encuentro con Giovanni
Boccaccio, en Florencia, fue decisivo para sus ideas humanistas. Fueron las figuras principales del movimiento que intentó unir el paganismo con las ideas del cristianismo. Por otro lado, Petrarca predicó la unión de toda Italia para recuperar la grandeza que había tenido en la época del Imperio Romano.

Su obra principal es el Canzoniere, publicado originariamente con el nombre de "Rime in vita e Rime in morte de Madonna Laura" y que fue ampliando con el transcurso de los años. Es aquí donde Laura se constituye en el objeto idealizado de su amor, representante de las virtudes cristianas y de la belleza de la antigüedad. Posteriormente se denominaría Cancionero petrarquista a las colecciones de poemas líricos creadas por diferentes autores a manera del Canzoniere de Petrarca.

Poco antes de su muerte, publicó los "Triunfos", dedicados a exaltar la elevación del alma humana hacia Dios.

Petrarca fue autor también del poema épico "Africa", dedicado al conquistador romano Escipión el Africano, y de una colección de biografías de personajes ilustres. Escribió églogas y epístolas y un elogio de la vida retirada, "De vita solitaria".

Los poemas del "Cancionero" fueron escritos en italiano. Sus primeras composiciones, "Africa" y su primera prosa, en cambio, estaban escritas en latín.

La utilización del verso de once sílabas (endecasílabo) y sus perfectos sonetos encandilaron a poetas de los dos siglos siguientes y tuvieron influencia en el Siglo de Oro español, aunque algunos autores los rechazaran y los juzgaran como extranjerizantes.


Colaboradores de Wikipedia. Wikipedia, La enciclopedia libre, 2009.

Fragmento XXV (Cancionero)


Lloraba Amor y yo con él lloraba
del cual mis pasos nunca andan lejanos,
viendo que, por efectos inhumanos,
vuestra alma de sus lazos suela andaba.

Ahora que al recto andar Dios os la clava,
devoto alzando al cielo entrambas manos,
doy gracias de que Él ruegos humanos,
al fin, por escuchar benigno acaba.

Y si, volviendo a la amorosa vida,
porque dieseis la espalda a ese deseo,
hallasteis por la senda foso o loma,

fue por mostrar cuán áspero el rodeo,
y cuán alpestre y dura es la subida,
donde el valor sublime el hombre toma.


Belleza de Laura


Volaba la dorada cabellera
a Laura qe en mil nudos la envolvía,
y de los ojos el fulgor ardía,
como el sol en mitad de su carrera.

De su piedad, o falsa o verdadera,
en el color de su rostro se teñía:
yo que al amor dispuesto me sentía,
¿qué mucho fue que de improviso ardiera?

No era su leve andar humana cosa,
sino de forma angélica y volante;
no mortal parecía, sino diosa,

y al mirarla así sola semejante
por lo bella, modesta y pudorosa,
yo ser juraba su inmortal amante.



martes, 10 de marzo de 2009

LA MIRADA



Continuando por la senda que marca mi destino, de pronto me descubro acercándome a la morada de lo infinito.

Entonces mis ojos me traicionan y miro tu ventana, allí estás tu pensativa, con una media sonrisa; media de recuerdo, media de esperanza. No quiero mirar, no debo, mi ruta es clara, mi paso firme, ¿lo es? o ¿lo era?.

Dudo, mis piernas quieren echar raices, quieren alimentarse de la luz de tus ojos, mi cuerpo entero se rebela, mi sangre se detiene, eres el espejo en el que reflejar mis dudas, lo que siempre busqué, ideas ahogadas por el paso del tiempo.

Reacciono, mi mente araña el suelo para avanzar, tengo una meta, un lugar donde calentar los frios del alma, aunque continuo, giro mi cabeza y allí sigues tu, pero no me detendré, el camino es largo, aunque quizás volveré a leer las pisadas que dejé tras de mi.


J.Carlos


lunes, 9 de marzo de 2009

EL ACTOR




Soy el actor, bienvenidos a mi representación, se titula "La Vida", e interpreto la obra de vuestras realidades, el texto os resultará familiar.

Seré el espejo de los cráteres de vuestra existencia, los que sorteais cada día, donde cayeron los meteororitos que os atenazan, son muchos, os sonarán; los miedos a las esquinas del tiempo, a los pozos de la frustración, a la lluvia fina del reproche, a la tempestad de la humillación, también tenéis las erupciones del volcán de la ira y la intolerancia.

Pero no solo tengo noches sin luna, traigo también en mi maleta amaneceres, os impregnaré con ellos para apagar el ardor de vuestras pesadillas y manará el agua fresca que aplaque la sed de las injusticias padecidas.

Tengo un gran vestuario para la función, todos mis ropajes son conocidos; la esperanza, la mentira, la envidia, la amistad, la duda, el amor.

Pero el último traje sera el mejor, será mi propia piel, desnudo ante el mundo, despojado de las cadenas de lo convencional, de la tiranía de lo correcto, seré yo mismo, me abrazaré a la vida para no perderla, para que no me ignore.

Al final, todos somos actores, pero representar vuestra obra, no la que os impongan, hacerlo y cuando caiga el telón, oiréis aplausos, porque nadie os dictó el texto a seguir.


J.Carlos


domingo, 8 de marzo de 2009

EL PRESENTE



Caminaba un joven por un parque de su ciudad, dejándose mecer por la primera brisa de la primavera, cuando un ruido le distrajo de sus pensamientos, elevó la vista y vió una ardilla correteando por la rama de un árbol. Se mantuvo un rato observándola y, en ese momento, oyó una voz cálida y tranquila tras de él.

-Que envidia de agilidad, ¿no le parece?.

El joven volvió su vista atrás y observó que su interlocutor era un hombre de unos sesenta años, aspecto elegante, con un cabello y una barba blanca muy cuidada y le respondió:

-Los animales tienen muchas cualidades de las que carecemos los humanos : fuerza, resistencia, velocidad, dijo con un ligero tono de tristeza.

-Todas ellas son envidiables, pero me parece que se olvida de una fundamental, el presente.

El joven se quedó muy sorprendido al escuchar la respuesta del hombre mayor, no acababa de comprenderle.

-¿El presente?, no le entiendo.

-El ser humano pasa su vida recordando el pasado, ya sea para arrepentirse de lo que hizo o dejó de hacer, para ahogarse en ridículas nostalgias o frustrarse por lo no conseguido, y el resto de nuestro tiempo lo pasamos angustiándonos por el futuro, planeándolo, soñándolo, etc..., ¿dónde queda el presente?. Para los animales, sin embargo, su vida es este minuto; ellos aman, consiguen comida, procrean, viven y mueren de esa manera.

-Pero el poder recordar o pensar en el mañana es un don que tenemos los humanos, ellos no pueden hacerlo.

-¿Cree usted que eso es un don?, ¿quién vive más feliz?, navegamos en el mismo mar y podemos zozobrar en una tormenta, la diferencia es que ellos se las encuentran y nosotros las solemos buscar.

Tras oir esto el joven sonrió levemente mientras asentía con la cabeza y escuchó lo que su interlocutor le habló a modo de despedida.

- El pasado es historia y el futuro es incierto, tanto que puede que ni llegue a existir. Recuerde, haga como los animales, abra los regalos que cada minuto la vida le entrega, disfrútelos, puede que en uno de ellos encuentre la felicidad, piénselo.

Y tras sonreirle, le hizo un gesto con la mano y siguió su camino lentamente.


J.Carlos